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Del paro cívico del 2002 al paro técnico que estamos viviendo.
democrata venezuela
Jue Mar 11, 2010 10:41 pm
En el año 2002 un porcentaje muy alto de la población venezolana, entre los cuales me incluyo, decidimos acompañar a muchos dirigentes demócratas de este país en lo que posteriormente denominaron el “paro petrolero”. Claro está, no todos los que nos sumamos a ese evento democrático y constitucional éramos trabajadores de ese sector, pero la contundencia del paro se lo dio el apoyo de quienes manejaban la empresa petrolera venezolana y que ha sido el sustento económico del país, esto le etiquetó el nombre. Más de 22 mil compatriotas venezolanos fueron despedidos de sus puestos de trabajo y perseguidos vilmente junto con sus familiares, y aún siguen siendo hostigados; les robaron sus prestaciones, su caja de ahorro, fueron objeto de toda clase de vejámenes, humillaciones y violación de sus derechos. Pero no todo quedó allí, los medios de comunicación que apoyaron esta digna lucha por evitar el colapso que avizorábamos, unos fueron puestos de rodillas (no sabemos si con dinero de por medio, les otorgo el beneficio de la duda) y otros hostigados, saqueados, asaltados y cerrados. Y siguieron en su avance sembrando odio, dolor y destrucción; muchos ciudadanos inocentes están presos, otros en el exilio o peor aún, algunos están muertos; muchos han perdido sus bienes por enarbolar la bandera de la libertad.
Todos en mayor o menor grado hemos sido perseguidos y execrados en nuestro propio país, hemos sido incluidos en listas discriminatorias y violatorias de los derechos humanos (la lista de Tascón y la de Miasanta), somos casi como extranjeros en nuestra madre tierra. En ese proceso de exclusión han caído también muchos de los que en ese entonces apoyaron al Presidente de la República, victimas por interpuesto de lo que ellos no creyeron que pasaría en nuestro país de continuar por el camino que se habían trazado ese pequeño círculo de depredadores que rodean al dictador. Estos individuos han privilegiado sus intereses, siéndoles serviles y secundándoles sus locuras a un hombre que lo único que le importa es mantenerse en el poder a costa de lo que sea; se ubicaron complacientes en las instituciones públicas y en los órganos del Estado para vender su conciencia y con ella la libertad, la democracia y el bienestar de todo el pueblo de Venezuela.
Durante todos estos años han justificado toda su agresión, represión y creación de leyes inconstitucionales basados en la supuesta conspiración y se convirtieron que loros repetidores de un cliché: “los golpistas del paro petrolero”. Todo lo malo que sucede en nuestro país no es producto de la incapacidad, de la ineficacia, de la corrupción, de la desidia, del abandono, del despilfarro, ni de la falta de inversión, sino que todo es culpa, según ellos claro está, del “paro petrolero del 2002”, pero de eso han pasado 8 años y en este tiempo ha ingresado a la república una cuantiosa riqueza expresada en dólares por concepto de renta petrolera, sumada a la recaudación de impuestos, multas, expropiaciones ilegales y saqueo. Pero ellos continúan con su cliché rayado del “paro petrolero”.
Sin embargo, hoy estamos viviendo en nuestro país un paro a cuenta gota, un paro más letal y más prolongado que el “paro petrolero”, que lo que buscaba era evitar, precisamente, que llegáramos a esta situación. Si hacemos un análisis de la cantidad de empresas cerradas, de las tierras, comercios e industrias expropiadas y arrasadas, de la cantidad de venezolanos que están desempleados, de las horas de paralización de todo el aparato productivo y comercial a consecuencia de los apagones, las protestas de trabajadores reclamando sus derechos y reivindicaciones, y ahora, así como de ñapa, las instituciones públicas que trabajan sólo hasta la una de la tarde por orden del gobierno alegando ahorro eléctrico; frente a esto, nos encontramos que el fulano “paro petrolero” fue sólo una quimera en comparación a la paralización técnica que tiene el país en estos momentos, y esta paralización tiene un solo responsable: Hugo Chávez!!!, y esta paralización sí dejará secuelas graves y profundas en el progreso de la nación; secuelas que serán difíciles de subsanar en el mediano o largo plazo.
En el año 2002 un porcentaje muy alto de la población venezolana, entre los cuales me incluyo, decidimos acompañar a muchos dirigentes demócratas de este país en lo que posteriormente denominaron el “paro petrolero”. Claro está, no todos los que nos sumamos a ese evento democrático y constitucional éramos trabajadores de ese sector, pero la contundencia del paro se lo dio el apoyo de quienes manejaban la empresa petrolera venezolana y que ha sido el sustento económico del país, esto le etiquetó el nombre. Más de 22 mil compatriotas venezolanos fueron despedidos de sus puestos de trabajo y perseguidos vilmente junto con sus familiares, y aún siguen siendo hostigados; les robaron sus prestaciones, su caja de ahorro, fueron objeto de toda clase de vejámenes, humillaciones y violación de sus derechos. Pero no todo quedó allí, los medios de comunicación que apoyaron esta digna lucha por evitar el colapso que avizorábamos, unos fueron puestos de rodillas (no sabemos si con dinero de por medio, les otorgo el beneficio de la duda) y otros hostigados, saqueados, asaltados y cerrados. Y siguieron en su avance sembrando odio, dolor y destrucción; muchos ciudadanos inocentes están presos, otros en el exilio o peor aún, algunos están muertos; muchos han perdido sus bienes por enarbolar la bandera de la libertad.
Todos en mayor o menor grado hemos sido perseguidos y execrados en nuestro propio país, hemos sido incluidos en listas discriminatorias y violatorias de los derechos humanos (la lista de Tascón y la de Miasanta), somos casi como extranjeros en nuestra madre tierra. En ese proceso de exclusión han caído también muchos de los que en ese entonces apoyaron al Presidente de la República, victimas por interpuesto de lo que ellos no creyeron que pasaría en nuestro país de continuar por el camino que se habían trazado ese pequeño círculo de depredadores que rodean al dictador. Estos individuos han privilegiado sus intereses, siéndoles serviles y secundándoles sus locuras a un hombre que lo único que le importa es mantenerse en el poder a costa de lo que sea; se ubicaron complacientes en las instituciones públicas y en los órganos del Estado para vender su conciencia y con ella la libertad, la democracia y el bienestar de todo el pueblo de Venezuela.
Durante todos estos años han justificado toda su agresión, represión y creación de leyes inconstitucionales basados en la supuesta conspiración y se convirtieron que loros repetidores de un cliché: “los golpistas del paro petrolero”. Todo lo malo que sucede en nuestro país no es producto de la incapacidad, de la ineficacia, de la corrupción, de la desidia, del abandono, del despilfarro, ni de la falta de inversión, sino que todo es culpa, según ellos claro está, del “paro petrolero del 2002”, pero de eso han pasado 8 años y en este tiempo ha ingresado a la república una cuantiosa riqueza expresada en dólares por concepto de renta petrolera, sumada a la recaudación de impuestos, multas, expropiaciones ilegales y saqueo. Pero ellos continúan con su cliché rayado del “paro petrolero”.
Sin embargo, hoy estamos viviendo en nuestro país un paro a cuenta gota, un paro más letal y más prolongado que el “paro petrolero”, que lo que buscaba era evitar, precisamente, que llegáramos a esta situación. Si hacemos un análisis de la cantidad de empresas cerradas, de las tierras, comercios e industrias expropiadas y arrasadas, de la cantidad de venezolanos que están desempleados, de las horas de paralización de todo el aparato productivo y comercial a consecuencia de los apagones, las protestas de trabajadores reclamando sus derechos y reivindicaciones, y ahora, así como de ñapa, las instituciones públicas que trabajan sólo hasta la una de la tarde por orden del gobierno alegando ahorro eléctrico; frente a esto, nos encontramos que el fulano “paro petrolero” fue sólo una quimera en comparación a la paralización técnica que tiene el país en estos momentos, y esta paralización tiene un solo responsable: Hugo Chávez!!!, y esta paralización sí dejará secuelas graves y profundas en el progreso de la nación; secuelas que serán difíciles de subsanar en el mediano o largo plazo.
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