CARTER: DICE ESTAR “CRECIENTEMENTE PREOCUPADO” POR EL PODER QUE CONCENTRA CHÀVEZ



Carter: Chávez se ha acercado a un “gobierno más autoritario”
“Estoy crecientemente preocupado por la inclinación de Hugo Chávez de consolidar todo el poder político de manera incremental en su propia oficina


 
 Septiembre 20, 2009
ND.- En declaraciones al diario El Tiempo de Colombia, el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, se refirió al mandatario venezolano, Hugo Chávez, de quien dijo está concentrando mucho poder esus manos. Destacó que el Presidente de Venezuela lo ha “decepcionado”, pues se ha apartado de “una oportunidad justa y honesta” para acercarse a “una dominación en aumento de su parte que lo ha llevado a tener un Gobierno más autoritario”.
Asimismo, aseguró que al presidente estadounidense, Barack Obama, le gustaría tener relaciones amistosas con Venezuela, pero el mandatario venezolano “lo hace casi imposible”.

 Así lo recoge El Tiempo:
- Del presidente de Veneuela, Hugo Chávez, el ex mandatario de Estados Unidos Jimmy Carter dice: “Lo conozco bien”, pero declara estar decepcionado de que se haya apartado de una oportunidad “justa y honesta” para devenir en un gobierno autoritario
 –Después de más de 30 años de observar de cerca a América Latina ¿está de acuerdo con que las tensiones regionales han aumentado recientemente?
 – Creo que sí. En esa época hubo una seria confrontación entre Chile y Argentina por una disputa fronteriza; Bolivia ha venido defendiendo su derecho de tener una salida al mar, y Venezuela ha reclamado derechos sobre una parte de Guyana. Pero creo que las tensiones internas, dentro de los países, han venido siendo más evidentes y prominentes ahora. En el pasado esas luchas estaban sumergidas, como el caso de la población indígena, que ha dado un paso al frente y ha demandado igualdad de derechos políticos y sociales. Ahora es claro que hay una diferencia en la clase de tensión.
Pero en general hay que registrar que hay personas que estaban excluidas y han logrado un nivel creciente de influencia y autoridad como resultado de las elecciones. Eso ha ocurrido en Venezuela,
Nicaragua de manera negativa, Ecuador, Bolivia e incluso en Brasil. Y a medida que eso pasa los dirigentes de la vieja guardia encuentran que su poder, su autoridad y su influencia económica han sido desafiados por los recién llegados a la política. Esto ha creado tensiones que no deben ser deploradas. Mi esperanza es que con la ayuda de los mecanismos propios, de otros países de América Latina y, ojalá, con la influencia iluminada de Estados Unidos, esas tensiones se alivien y regrese la armonía interna para lograr un nuevo nivel de verdadera democracia.
–Al mismo tiempo que existen tensiones internas, también hay una clara diferencia entre dos puntos de vista en América Latina. Una representada por Venezuela y sus aliados en ALBA y otra impulsada por países como México, Colombia y Perú. ¿Eso le preocupa? 
–No realmente. Siempre tuve que recordar que en continentes como África o América Latina cada país es individual, y no se pueden hacer generalizaciones pensando que hay homogeneidad cuando lo que existe es una muestra heterogénea. Por su naturaleza, cada uno es diferente en su historia, en su política, en sus recursos naturales y humanos. Por eso no creo que las diferencias sean un motivo de preocupación. Hay un compromiso bastante unánime en América Latina sobre la preservación de la democracia como forma de gobierno.
 Eso ha sido puesto a prueba bajo circunstancias bastante severas, recientemente en Honduras y antes en Venezuela, cuando un presidente elegido democráticamente fue derrocado por un golpe o como se le quiera llamar. Los demás países en la OEA, a veces excluyendo a Estados Unidos, han dicho que es necesario preservar un gobierno democrático así sea impopular y que esa no es razón para derrocarlo. Pienso que las diferencias descansan ahí.
 Pienso también que es una sobre simplificación colocar a Venezuela a la cabeza de otros países. Mi opinión es que a lo largo de los dos o tres años pasados la influencia de Venezuela ha decrecido, en lugar de aumentar.
 –¿Qué piensa de Hugo Chávez?
 –Lo conozco bien. El Centro Carter ha estado involucrado en cuatro o cinco elecciones en Venezuela, algunas de las cuales han sido muy disputadas y complicadas. Diría que cada resultado electoral ha sido básicamente compatible con la voluntad del pueblo venezolano. Hugo Chávez ha salido adelante en una elección honesta con casi 60% o 62% de los votos. Dicho eso, pienso que su popularidad dentro de su país ha decrecido y que su influencia también ha decrecido en otras naciones.
 Pero lo veo como alguien que trajo quizás una transformación necesaria a Venezuela al dejar que aquellos sectores antes excluidos tuvieran una participación más igualitaria en la riqueza nacional. Eso lo hizo bien en años pasados, particularmente cuando estaba inundado de recursos petroleros. Ahora que estos han caído, estoy crecientemente preocupado por la inclinación de Hugo Chávez de consolidar todo el poder político de manera incremental en su propia oficina, en desmedro de la influencia de un Poder Judicial independiente, que es necesario, y a veces también de órganos autónomos dentro del Gobierno, aparte del Poder Legislativo, que controla casi completamente. No le echo la culpa de todos esos problemas porque creo que la oposición ha sido mal asesorada, como cuando boicoteó las elecciones parlamentarias con lo cual Hugo Chávez controla todos los escaños.
Me he decepcionado al verlo apartarse de lo que considero era una oportunidad justa y honesta que fue el resultado de elecciones legítimas, hacia una dominación en aumento de su parte que lo ha llevado a tener un gobierno más autoritario.
 –¿Qué hay de sus críticas a Estados Unidos?
 –Tengo emociones encontradas. Creo que no hay ninguna duda de que en 2002, Estados Unidos tenían al menos pleno conocimiento o pudieron estar directamente involucrados en el golpe que lo derrocó. De tal manera él tiene un reclamo legítimo contra el Gobierno de Estados Unidos que trató de sacarlo.
Ahora tenemos un presidente diferente y Hugo Chávez también ha cambiado. Tanto Venezuela y Hugo Chávez como las relaciones internacionales serían mejores si él detuviera sus ataques y vituperios contra Estados Unidos, que, para mí, son crecientemente fortuitos en su naturaleza e injustificados
Sé, porque es un hecho y he tenido largas conversaciones con el presidente Obama y sus más altos funcionarios, que les gustaría mucho tener relaciones normales, amistosas, así como sociales, comerciales y diplomáticas con Venezuela. Pero él lo hace casi imposible. Hemos cometido errores en el pasado, así como los funcionarios venezolanos. Ahora es el momento para que veamos cómo ponerle fin a las acusaciones verbales contra el gobierno de Obama.
 –¿Qué opina del debate sobre el uso de bases aéreas colombianas por parte de militares estadounidenses?
–Creo que no fue manejado bien al comienzo, cuando hubo una crítica descomunal a lo largo y ancho de América Latina
Vi que el presidente Álvaro Uribe hizo de su visita a varias capitales una alta prioridad para explicar más claramente de lo que se trataba: que no habría un aumento en fuerzas militares estadounidenses y que el propósito de las bases sería restringido a la lucha contra las drogas. Si lo hubiera hecho antes de que las bases fueran anunciadas públicamente, le habría ido mucho mejor. Habría sido natural suponer que, a causa de la larga historia de intervenciones de Estados Unidos en la región, este sería un tema muy sensible.
 Venezuela y Brasil han sido muy críticos de este tema. ¿Qué le parece que Brasil tenga un papel tan grande en el hemisferio?
 –Me alegra y pienso que es bueno. Los dos últimos presidentes que Brasil ha tenido han sido excelentes. Me parece muy gratificante que Brasil ejerza una mayor influencia, que es legítima. Es una gran nación, dedicada a la libertad y la democracia, con un compromiso con los derechos humanos, que está capitalizando sus posibilidades económicas.
–Colombia piensa que no recibe de sus vecinos mucha ayuda en la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla. ¿Está de acuerdo?
 Presumo que habla de Venezuela y Ecuador. No creo que ni ellos ni los demás países hayan ayudado mucho a Colombia en la lucha contra las drogas. Básicamente lo que han tratado de hacer es evitar que el problema pase la frontera hacia sus países, y algunas veces eso ha incrementado el nivel de desacuerdos y animosidad.
 –Hay críticas de que el gobierno de Obama no se ha involucrado mucho en América Latina. ¿Habla sobre estos temas con el presidente Obama?
 –Le he hablado de algunos de los países y de aquellos dirigentes que no son muy populares en Estados Unidos. Eso incluiría a Honduras, Venezuela, Ecuador, Bolivia y otros. Pienso que este es un tema que tiene que ser atendido con mayor entusiasmo por el Departamento de Estado. No creo que se le haya prestado a la región la atención adecuada ni en el pasado gobierno ni en este. Tendríamos que ser más agresivos con eso. El Presidente y la secretaria de Estado le deberían dedicar más tiempo.-









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